Como cada año, y ya van once, nos hemos reunido residentes, hermanas, trabajador@s, y voluntari@s a pasar un día de convivencia en el Bañuelo para celebrar la Beatificación del Padre Cristóbal de Santa Catalina. Este año le hemos pedido a la Residencia de Castro del Río que nos compartiera su experiencia del día. 

Desde primera hora los trabajadores colaboramos en la realización de la comida, bebida y todo lo necesario para compartir un día en familia. Los residentes desde primera hora se acicalan y nerviosos bajan al desayuno, que también es especial: Churros con chocolate.  

Después del desayuno nos disponemos, todos juntos, para el autobús, donde con alguna dificultad que otra conseguimos acoplarnos en nuestros asientos. Durante el trayecto, rezamos, cantamos y la Hermana Magdalena Muñoz Arévalo nos recuerda un poquito la historia del Padre Cristóbal, y que él es el motor por el que nos unimos a compartir este día.

Al llegar al Bañuelo, nos reciben todas las hermanas, las novicias son la se encargadas de ayudarnos a bajar del autobús y acompañarnos hasta nuestros asientos. Tanto residentes, como trabajadores y voluntarios saludamos y nos alegramos al ver de nuevo a Hermanas que anteriormente han pasado por nuestra casa, como la Hermana Juana Cerdán, Hermana Ana Torralbo, Hermana Carmen González Prieto, etc…

Este año algunos voluntari@s y trabajador@s antes de comenzar la Misa de Acción de Gracias, pudimos confesarnos con un sacerdote, acto que nos llenó de gracia para vivir este día más intenso si cabe.

Puntualmente comienza la Eucaristía, que se inicia con unas palabras de la Hermana Josefina Peñas Toledano, para darnos la bienvenida a todos los presentes. La Eucaristía fue muy emotiva y llena de pequeños detalles.

Al finalizar la misma, y como es tradición, se bendijeron los panes traídos desde Castro del Río, y todos los presentes pudieron degustar de ellos.

Seguidamente comienza la tradicional subida con la Virgen de Villaviciosa, portada por los niños y niñas presentes en el Encuentro, hasta el eremitorio del Padre Cristóbal, a la cual acompañamos. Muchas de las niñas y niños proceden del Colegio Jesús Nazareno de Getafe (Madrid), que aprovechan el Encuentro para iniciar su convivencia anual en Córdoba. 

Llega la hora de la comida y, con la ayuda de los voluntarios y trabajadores, nos disponemos a compartir el momento de la comida junto con los residentes y también voluntarios de otras localidades. Es el momento de compartir experiencias y vivencias entre todos, momento de risas junto con los residentes que son verdaderamente el motor que nos mueve.

Después de la comida y como fin de fiesta, organizaron unos bailes donde nuestros residentes participaron muy activamente, y disfrutaron en grande.

Este es nuestro pequeño resumen de un día lleno de unión y fraternidad entre todas y esperemos que este encuentro entre todas las casas no se pierda nunca.

Residencia Jesús Nazareno de Castro del Río